Friday, June 10, 2016

Mi hija nació tan solo a las 25 semanas de gestación - ¿Cómo puede ser legal Aborto?

por Teresa Rachels



La mañana del 26 de junio de 1994, me desperté y no me sentía del todo bien. Estaba de 25 semanas de embarazo. No fue hasta esa noche, cuando empecé a sentir las contracciones y mi marido, Forrest, me llevó al hospital. Cuando llegamos, la enfermera trató de consolarnos  explicando que era probablemente una falsa alarma. Sin embargo, tan pronto como ella me examinó  se quedó blanca como el papel y salió fuera de la habitación. La oí en el despacho de enfermeras hablar con el médico por teléfono. Ella decía que podía sentir la cabeza del bebé en el canal del parto. El parto era inminente. Tenía mucho miedo porque sabía que las posibilidades de mi hija de sobrevivir eran escasas. También me preguntaba qué habría pasado  si hubiera ido a primera hora de la mañana cuando me desperté y no me sentía bien.

Al cabo de una hora, rodeada por dos médicos y varias enfermeras, la necesidad de empujar fue abrumadora, a sabiendas de que en cada contracción traía a mi bebé mucho más cerca de una muerte casi segura porque ella tenía sólo 25 semanas. Pero Erin Brooks Rachels nació viva con un peso de 1 lb 15 oz. Tanto los médicos como todas las enfermeras salieron de la sala de partos con lágrimas en los ojos. Yo quería  sostener a mi bebé, pero tuvo que ser llevado de inmediato para recibir tratamiento en ese pequeño hospital regional.

La unidad neonatal más cercana estaba en Memphis, Tennessee - a tres horas de distancia. Pensaban enviarla allí en un autobús que había sido convertido en una unidad neonatal, pero, en ese momento,  estaba en camino para recoger a otro bebé prematuro que había nacido en otro lugar en el oeste de Tennessee, y pasarían varias horas antes de que el autobús llegase  a recoger a  Erin.

Mientras tanto, la pediatra, Dra Susan Brewer, permaneció al lado de Erin bombeando manualmente una bolsa de respiración y tratando de estabilizar sus signos vitales. Tan pronto como pude, fui a la incubadora donde el Dr. Brewer y Forrest estaban trabajando con Erin. Su ritmo cardíaco se estaba agotando, pero tan pronto como hablé, se recuperó. El médico dijo: "Reconoce su voz. Ella necesita a su mamá". ¡Me quedé asombrada! A pesar de que Erin era tan pequeña, conocía la voz de su mamá, y eso mostró el poder de Dios. Él crea en estos pequeños un vínculo natural y automático con su madre.

El autobús llegó por fin y llevó a Erin a Memphis. Al llegar a la unidad neonatal empezaron a administrarle un tratamiento tan intenso que nos dijeron que un adulto difícilmente podría soportarlo. Su estado era tan crítico que para ella vivir un minuto más era como otra hora para un adulto en estado crítico; una hora era como un día más para un adulto. Decir  que el tiempo pasaba a cámara lenta para nosotros es un eufemismo.

El hermano de mi marido y mi cuñada vivían en Memphis, por lo que pudimos  quedarnos con ellos. Pasamos todos los días en la UCI neonatal con Erin, mientras nuestras otras dos hijas se quedaron con los abuelos. Formamos parte de una pequeña congregación de la iglesia y recibimos apoyo de ellos, así como de muchas otras congregaciones de la iglesia - incluso las personas que ni siquiera conocíamos - que estaban orando regularmente por nosotros y por nuestra hija Erin. Fue un estímulo increíble saber que tanta gente nos estaban encomendado a Dios y sin duda sentimos su presencia. Yo rezaba con mucha intensidad, más de lo que nunca antes había hecho. Mi oración era para que Erin no sólo  viviera sino para que fuera capaz de tener una vida normal y feliz.

El 5 de julio de 1994, Erin falleció. Vivió dos semanas, pero el tiempo era tan intenso que parecían meses.

Algunos pueden decir que Dios no responde a nuestras oraciones pero lo cierto es que Él fielmente nos lleva a través de este difícil momento, y yo simplemente no podría haberlo superado sin Él. Por si la promesa del Cielo en la presencia de Dios no era suficiente, tengo la esperanza de reunirse con mi hija Erin por toda la eternidad lo que  me motiva a mantener mi caminar cristiano.

Durante su corta vida, Erin estuvo cubierta de cables y tubos. Una de las cosas más difíciles para mí fue que nunca llegué a oír su llanto, porque los bebés no pueden llorar con los tubos en su garganta. Los tenía puestos desde los pies a la parte superior de la cabeza y por todas partes. Ella vivió fuera de la matriz durante dos semanas y dos días. Nosotros pasamos cada momento que pudimos allí junto a su cama y nos despertábamos con frecuencia en medio de la noche para regresar al hospital para estar con Erin.

A los 25 semanas de gestación, Erin era un bebé perfectamente formado. Ella tenía físicamente cada parte, cada órgano. Ella sabía reconocer mi voz cuando yo hablaba. Ella tenía nuestro aire de familia. De hecho, se parecía mucho a su hermana mayor, Sylvia. Incluso tenía el mismo gesto de meter la mano bajo la barbilla mientras dormía, como Sylvia y yo hacemos todavía. Sin embargo, con todas las pruebas de la humanidad  que tiene un bebé de 25 semanas,  todavía es legal abortarlos

Después de haber visto a mi hija soportar tanto y luchar tan duro para vivir, y después de orar con tanta fuerza para que ella pudiera vivir y tener que dejarla ir, me enferma saber que hay mujeres que, literalmente, lanzan a sus propios hijos a la basura y los médicos no aconsejan bien a esas mujeres asustadas.

Tengo que guardarme de la amargura y el odio hacia aquellos que promueven el aborto. Sería tan fácil perderme en esas emociones. El Aborto por cualquier motivo es un acto egoísta. ¡Sé que habría renunciado a mi propia vida para salvar la de Erin!

No hay excusa para el aborto, no importa cuán difíciles sean las circunstancias. No puedo imaginar el dolor y el sufrimiento de  una violación. Pero pienso que no importa cómo una mujer, independientemente de su edad, se queda embarazada. Esto no cambia el hecho de que él o ella es un niño humano con el mismo potencial que cualquier otro niño, y sin tener en cuenta quién es el padre, el niño es hijo qmde la madre que lo ha engendrado.

Hace unas semanas leí con  horror que a una niña de 14 años de edad embarazada víctima de una violación en la India  el Tribunal Supremo le había concedido el derecho legal para abortar a su hijo de 25 semanas de edad  -¡la misma edad que Erin! No la culpo a ella personalmente. Culpo a los adultos que la rodean, ya sean amigos, la familia o la autoridad legal que la han animado a que aborte a su hijo. Ella no es más que una niña a y no puede comprender las ramificaciones de esta decisión y cómo afectará el resto de su vida. Ella ha pasado un gran trauma a causa de la violación y el aborto de este niño sólo servirá para que el trauma de incremente. Nunca sabrá el amor y la sanación que el niño podía darle. 

Erin nació a las 25 semanas en 1994. Si hubiera nacido hoy, en que el avance  de la medicina es mucho mayor, habría tenido una oportunidad mucho mayor de sobrevivir. El bebé de la India de 25 semanas realmente podría haber sobrevivido. Después de haber visto a mi propia hija a las 25 semanas de gestación, relaciono a este bebé indio con Erin y cuando cuentan cómo asesinaron a este niño inocente, también devalúan la vida de mi hija.

BIO: Teresa Rachels es madre de cuatro hijas, esposa de Forrest -  26 años de matrimonio, abuela de dos nietos, y bloguera pro-vida de Salvar El 1 .

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